Cálido Lunes De Otoño

La musica sonaba un poco mas tibia que de costumbre.Seria tal vez que afuera la temperatura real bajaba silenciosa mientras nos aferrabamos a nuestras copas, sonrientes, que esperaban arreglarnos el animo.La banda de los Lunes no era mi preferida, pero esta semana algo sonaba distinto.Me acorde del tiempo en que con Rodrigo ensayabamos en la sala de la calle Santo Domingo, con el maestro René y Eric, redondeando las bluseras melodias que preparabamos.Me acordé de la voz de la chica que cantaba con nosotros, Karin se llamaba, creo, y que me ponia la piel de gallina cuando con su potente voz fraseaba las canciones de Juwel.
La banda hizo la primera pausa luego de tocar una version en un arrastrado swing de St. Louis Blues, que me recordó a mi album de Dave Brubeck, una joya que guardo hace tiempo, como mi primera aproximacion al Jazz.
Dos de ellos se nos unieron en la barra.El contrabajista pidio una cerveza.El del piano, solo agua, argumentando que preferia mantenerse despierto para la segunda parte del show.
"Asi que tocas guitarra"- me dijo, retomando una conversacion que yo mismo di por perdida hace dos semanas.
Le conte mi historia relacionada con la musica y el se mostró bastante interesado en que pudiesemos tocar "alguno de estos dias"."Claro"-dije, como la tipica respuesta sin compromiso que se da en ese tipo de conversaciones.
Un par de minutos mas tarde volvian a sus instrumentos, pero el mismo tipo con quien habia conversado, volvio hacia mi y me dijo-"sabes?, si te supieras alguna cancion de nuestra lista podriamos improvisar algo ahora, a no ser que no te interese".Demás esta decir que antes de que terminara la frase , yo ya repasaba de memoria los titulos de las canciones que alguna vez me supe y que podrian salvarme.Me entrego el cuadernillo y comencé a leer...
En resumen puedo contar que esa noche no solo cante una , sino tres canciones seguidas, y que el publico aplaudió con mas ganas que durante el resto del show.Que la guitarra, a pesar de no ser mia, se comportó como la mejor, con una afinidad con mis dedos que hacía tiempo no sentia y que me hizo recordar los mejores tiempos de ensayos con mis amigos musicos en Chile, me hizo sentir que la conexión de sentimientos, musica y recuerdos está fresca y que puede ser recomenzada en cualquier momento.Un momento que espero no esté muy lejos, y me permita contar aun con los companeros que aunque el lunes no estaban fisicamente, sentí que estaban ahí, mientras yo tocaba y cantaba, tomando una copa en la barra del bar.