miércoles, noviembre 29, 2006

Èrase Una Vez...

Y bueno...lo que paso esa tarde de verano, doce años atras, esta un poco en las tinieblas ( o sumergido en un mar de cerveza, mejor dicho) y espero no olvidar muchos de los hechos.

Calidad de imagen del recuerdo:Video (ultra nítido)

Llegué a Valpo a eso de las 4 o 5 de la tarde.Aun brillaba el sol y la gente caminaba por las porteñas veredas con un stress de bajar revoluciones, me pareció, yendo a trabajar, volviendo del trabajo o simplemente sacando la vuelta.Bajamos por la Avda. Argentina y doblamos a la izquierda en Pedro Montt.Seguimos directo hasta la plaza Victoria y la rodeamos.Al otro lado dejamos el auto y fuimos hasta la esquina, en donde hicimos nuestra primera parada, el café Plaza.Ahi comimos unos de los mejores completos (hot dogs) que recuerdo, cosa de suerte, pues al poco tiempo el lugar(todo un clasico) fue cerrado para siempre.

Fuimos a la casa de Panchito, el primo de Rodrigo, que por "desgracia" tenia 2 guitarras en su poder.Demás esta decir que tocamos un "ratito"...Luego comenzaron a llamar al resto de los protagonistas: Joselo, Guaton, Malaquías (quien tenía otro nombre en aquella epoca) y Miguel Angel.O sea, siete.El número perfecto.La comunidad del anillo, Los 7 jinetes del apocalipsis, Los 7 magnificos, Los 7 del patibulo, Los Barbapapá, Los Thunderbirds en accion y Los Imposibles pasaron al olvido luego de esta tarde.Llegamos a ser un grupo que daria que hablar( y pensar) por largo tiempo...

Primera parada: Restaurant El Dominó

Calidad de imagen del recuerdo:Fotografia Nítida

Comimos Chorrillanas, 2 o 3 de las grandes.Y tomamos cervezas hasta que nos pusimos mas simpáticos y comicos y los chistes bajaban (o subian?) de nivel entre ruidosos eruptos gaseosos alcoholicos que de detonaban aun mas el humor.Estabamos alcanzando el Nirvana etílico en pocos minutos y todo era mas alegre tras cada botella que se abría y se vaciaba (acciones que no tomaban mas de un minuto en conjunto) en aquellas mesas "arrejuntadas", en donde no quedaba ni un vestigio de comida.Solo botellas adornaban el lugar.

Calidad de imagen del recuerdo: Fotografia en Blanco y Negro algo borrosa

En algun minuto entraron dos (2) minas que buscaban una mesa tambien para dos y estoy casi seguro (traté de corroborar este hecho con mi amigo Malaquías, pero su memoria es mas fragil.....o estaba realmente borracho) que les ofrecimos sentarse junto a nosotros,pues a esa altura de la noche y tomando en cuenta la cantidad de bebida ingerida, su belleza estaba positivamente realzada a nuestros ojos.

Segunda parada: Restaurant La Playa

Calidad de imagen del recuerdo: Fotografia no revelada, solo son suposiciones que sin duda son veridicas, aunque el tiempo y el espacio puede distar de la realidad de manera importante.

Luego nos encaminamos al Playa, pues "el Claudio tiene que conocer El Playa", dijo alguien.El resto debió de ser algo asi.Entramos llevando nuestros propios estilos anti-lindos , pero cada uno sacando a flote torcidas sonrisas que pretendian sin duda ser sexy.Por supuesto el numero de mujeres sobrepasaba el de hombres, pero al mismo tiempo no alcanzaba para cubrir la cantidad que estos cowboys sin sombrero ni caballo necesitaban.Mas de alguna cayó en nuestras redes (anzuelos y otros articulos de pesca) aquel verano. Y el verano siguiente.Y el siguiente.Y el siguiente.Y el.....en fin, el asunto es que una vez en el Bar, entregado el ticket y recibida la correspondiente botella de cerveza o vino, buscamos un lugar.Casi siempre era a la izquierda, luego del pasillo, en aquel rincon que se formaba al fin de la baranda y bajo el espejo, o en un costado del muro que dividia el area de la barra y el restaurant.Justo en esta mesa se tomó , tiempo despues, esta foto.

Tras 4 o 5 horas de charla, música, canto y demases, salíamos del lugar en un decidido paso Zig Zag en dirección a algun incierto lugar en donde poner fin al hambre que nos acorralaba.Ya fuese aquel restaurant en la caleta camino a Recreo, La Yoka, el nunca bien ponderado Uñitas Sucias, el servicentro Shell (que merece un capítulo aparte) o los "sanguches de potito".

Al final de aquella noche, cuando los cerros se recortaban al contraste de un amanecer púrpura que no se me borraria jamás de la mente y con un cansancio feliz, pensé por primera vez que Santiago no era lo que yo creía.Al ver los millones de puntitos luminosos que tapizaban el oscuro fondo de cerros de esta ciudad y ver a los otros 6 tipos que hacía un dia no conocía, tan felices como yo estaba, entendi el porque Valparaiso es lo que es.Simplemente unico.Simplemente Valparaiso.

4 comentarios:

Ana Figueroa dijo...

Nuevamente, amigo, tus letras me trasladan facinantemente, al Puerto.
con todo lo que eso significa, de día y de noche, sobretodo de noche.
Espero que este sea el prólogo o la primera parte... osea, debes continuar... (no como teleserie... o si, como sea)
un abrazo de 30 grados de calor Santiaguina, que seria como 49 en sensacion térmica...
anhelo la costa....
Anita

PoleraMan dijo...

Gracias amiga querida!
Imaginate como me siento yo al recordar estos inolvidables momentos que marcaron mi vida para siempre.Y lo mas emocionante es que aun hoy podemos hablar del tema y todos reaccionamos de la misma manera:"que verano que vivimos!".
La vida es tan dificil a veces, que momentos como este nos la hacen agradable de por vida.

pd:Si supieras como yo anhelo mi puerto.....

Su. dijo...

Yo no conosco el Puerto,Que verguenza!!!
A de ser este lugar magico no?
Linda historia,lindos recuerdos...
Un beso
S.

PoleraMan dijo...

La verdad es una mezcla de cosas, todas especiales y unicas, que han hecho del puerto, para nosotros, algo mas que magico.El puerto es magico de por si, mas si tienes lindas experiencias allá.Tomate el tiempo y date una vueltecita por ahi...te lo recomiendo...